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De la montaña a las calles: Las nuevas formas del conflicto en Colombia

  • Foto del escritor: Fundación B-Human
    Fundación B-Human
  • 13 mar 2024
  • 2 Min. de lectura
Conflicto armado migró a las principales ciudades de Colombia
Nuevas formas del conflicto en Colombia

Las ciudades colombianas, antes escenarios relativamente tranquilos y aislados de la guerra rural, se han convertido en zonas en disputan y representan unas nuevas formas del conflicto armado en Colombia.

Esta mutación, que ha tomado por sorpresa a las autoridades y a la sociedad en general, exige un replanteamiento urgente de las estrategias de seguridad y la búsqueda de soluciones integrales.


Lejos de las montañas y el campo, el conflicto ahora se manifiesta en las calles, barrios y comunas de las ciudades del país. Las antiguas estructuras guerrilleras, fragmentadas, han dado paso a grupos armados urbanos que se disputan el control territorial y las rentas ilegales. Esta transformación ha traído consigo una serie de riesgos para la población urbana, que cada día ve como se deteriora la seguridad en sus barrios ante una institucionalidad limitada en sus capacidades.


La extorsión a comerciantes, transportistas y ciudadanos comunes, genera un clima de zozobra e inseguridad.


La lucha por el control territorial entre bandas rivales se traduce en un aumento de los homicidios, especialmente en zonas periféricas y de alta marginalidad y vulnerabilidad social.


En este triste escenario los niños, niñas y jóvenes son presa fácil para los grupos armados que los reclutan forzosamente para engrosar sus filas, ante una oferta débil o inexistente por parte del Estado.


El desplazamiento forzado ya no es un fenómeno de zonas apartadas, la violencia urbana ha obligado a miles de familias a abandonar sus hogares y buscar refugio en otras zonas de la ciudad, aumentando la pobreza y la vulnerabilidad de las comunidades.


Ante el complejo escenario poco esperanzador, la seguridad tradicional basada en la fuerza pública puede ser insuficiente. Se requiere un enfoque más amplio que aborde las causas del problema, como la pobreza, la desigualdad y la falta de oportunidades. Aunque puede sonar obvio y evidente, la única manera de poder responder a esta enfermedad aventajada es con la presencia y actuación del Estado en su conjunto. Se debe fortalecer la educación, la salud y el empleo en las zonas más vulnerables para reducir la brecha social y brindar oportunidades a las nuevas generaciones. Propender por la implementación de estrategias de prevención del delito que involucren a la comunidad y fomenten la cultura de la paz.


Desde la Fundación B-Human hacemos un llamado a la acción para que todos los actores sociales se comprometan con la construcción de una paz sostenible en Colombia. La seguridad integral es la única ruta viable para lograr este objetivo y garantizar un futuro mejor para las nuevas generaciones.

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